Cuentos de origami
Un pequeño papel, en forma de un corazón descansaba en una caja llena de papeles como él. Se sentÃa descontento por su situación ya que no consideraba que fuera ese su lugar. Cuando alguna mano se acercaba aquel pequeño cubÃculo donde se encontraba "recluido" -como se repetÃa una y otra vez- se esperanzaba ya que creÃa que serÃa el elegido.
-Vivo un martirio con esta espera!Que alguien me use...Maldita sea!-decÃa cuando la mano no le escogÃa.
- Entiéndelo de una vez ya...más solo un pedazo siempre seras!- a coro repetÃan sus compañeros de la cajita.
- Demasiado pequeño!-Demasiado alargado!- Demasiado brillante!- Demasiado apagado!-chillaban sin parar.
- Jamás! No será asÃ! Soy especial...y mi vida no es acabar aquÃ!!!- gruñÃa como respuesta a aquellos que le detestan. Porque la razón de tanta indecisión era el hecho de que el papel de forma de corazón ya tenÃa uso en ese cajón, él era el que anunciaba lo bonito que era lo que contenÃa esa caja desgastada.
-Vivo un martirio con esta espera!Que alguien me use...Maldita sea!-decÃa cuando la mano no le escogÃa.
- Entiéndelo de una vez ya...más solo un pedazo siempre seras!- a coro repetÃan sus compañeros de la cajita.
- Demasiado pequeño!-Demasiado alargado!- Demasiado brillante!- Demasiado apagado!-chillaban sin parar.
- Jamás! No será asÃ! Soy especial...y mi vida no es acabar aquÃ!!!- gruñÃa como respuesta a aquellos que le detestan. Porque la razón de tanta indecisión era el hecho de que el papel de forma de corazón ya tenÃa uso en ese cajón, él era el que anunciaba lo bonito que era lo que contenÃa esa caja desgastada.